¡La importancia de las vacunas para prevenir enfermedades!

Por: Dr. Francisco García
Director del Departamento de Salud del Condado Pima.

Todos hemos escuchado las noticias en referencia al brote de Sarampión que se originó en Disneylandia y de algunos casos en Arizona dentro de los condados de Pinal y Maricopa. Tristemente, esta situación nos recuerda la importancia que tiene el vacunar a nuestros hijos contra enfermedades prevenibles.
El año pasado escribí acerca de un brote de Tosferina en nuestra comunidad, que envió a un pequeño a la unidad de cuidado intensivo y por la cual muchos niños faltaron a clases por un largo período de tiempo. En aquella ocasión comenté que la situación pudo haberse evitado, o al menos se pudo haber reducido el número de niños infectados si hubiesen recibido la vacuna contra la Tosferina.
Hoy quiero repetir el mensaje, pero en referencia al Sarampión. Enfáticamente quiero decir que los niños que se enfermaron en Disneylandia y los que fueron expuestos al Sarampión pudieron haber evitado el riesgo si hubiesen sido vacunados.
Entiendo que para algunos padres hay dudas sobre la seguridad de las vacunas, pero como médico y como papá, les aseguro que las vacunas pasan por un riguroso proceso de pruebas y están bajo un constante escrutinio para determinar su efectividad y seguridad. Como cualquier medicamento, existe un pequeño riesgo de tener una reacción negativa y es importante discutirlo con su pediatra o médico familiar para disipar sus dudas. Aun así, les aseguro que los riesgos asociados al contagio de Sarampión son mucho más serios que la remota posibilidad de tener una reacción negativa a la vacuna.
Como su doctor de salubridad pública, me preocupo por todos nuestros niños. Como padre de familia he optado por vacunar a mis hijos, ya que he visto de primera mano el sufrimiento causados por estas enfermedades.
Entre otros malestares, un niño con Sarampión sufre fiebre de hasta 104 grados, un terrible dolor de garganta, tos, ojos inflamados y de un sarpullido que crea una comezón y ardor continuo. Esto no sucede sólo por un día, sino por más de una semana y los hace sentir miserables todo este tiempo.
Las vacunas son la manera más efectiva de protegernos y proteger a nuestros hijos de enfermedades prevenibles como lo son el Sarampión, las Paperas y la Tosferina.
De acuerdo con el Centro para el Control de las Enfermedades, entre 1943 y 1963, cuando la vacuna contra el Sarampión estuvo lista para su uso, “casi todos los niños contrajeron Sarampión antes de cumplir los 15 años, entre 400 a 500 personas murieron anualmente, 48,000 fueron hospitalizadas y 4,000 sufrieron de Encefalitis (inflamación del cerebro) a causa del Sarampión”.
Espero que los padres en nuestra comunidad no tengan que pasar por la angustia que acompaña a esta enfermedad. Por favor platique con el pediatra de sus hijos o vaya a la clínica más cercana para asegurarse de que sus vacunas estén al corriente. Además asegúrese de que usted ha recibido las vacunas apropiadas para adultos.
Gracias por su ayuda y por ayudar a mantener la buena salud de nuestra comunidad y reducir el riesgo de contagios.

Por: Dr. Francisco García
Director del Departamento de Salud del Condado Pima.