Respuesta de la superintendente Hoffman, en la Cumbre de la Casa Blanca, sobre la reapertura segura de las escuelas en los Estados Unidos

 “Los educadores, el personal escolar y las familias comparten el mismo objetivo de reabrir nuestras escuelas y devolver a los estudiantes a las aulas, para así garantizar que se satisfagan sus necesidades físicas, académicas, sociales y emocionales. Al igual que la Academia Estadounidense de Pediatría y los CDC, (Centro de Control de Enfermedades), los maestros saben que el mejor lugar para que nuestros estudiantes aprendan es en el aula. Sin embargo, la discusión de hoy en la Cumbre de la Casa Blanca sobre la reapertura segura de las escuelas de Estados Unidos no reflejó la magnitud o la gravedad de la creciente crisis de salud pública de Arizona.

“Para que Arizona vuelva a abrir las instalaciones escolares para el aprendizaje en persona, primero debemos tener COVID-19 bajo control. En las últimas dos semanas, nuestros casos confirmados se duplicaron de 50,000 a 100,000. Las hospitalizaciones por COVID-19 han aumentado y los servicios de cuidados críticos, como los ventiladores, tienen un uso récord. La tasa de positividad en las pruebas oscila entre el 25 y el 30 por ciento: cuadruplicar el 5 por ciento que recomiendan los expertos para tomar decisiones informadas sobre la reapertura. Hoy, Arizona tiene la tasa de infección per cápita más alta que cualquier otro estado del país, incluida Nueva York durante su pico en el mes de abril.

“Y aunque los estudiantes jóvenes pueden tener un menor riesgo de infección, los educadores que hacen posible el aprendizaje, incluyendo a los asistentes de instrucción, los bibliotecarios, los conductores de autobuses, los trabajadores de nutrición y más, están en riesgo, al igual que los estudiantes con afecciones médicas. Esos valiosos miembros de nuestras escuelas necesitan más garantías de que las escuelas y las comunidades tienen los recursos que necesitan para evitar que el virus se propague ampliamente por sus comunidades. Dado el creciente número de casos de Arizona y el hecho de que Arizona sigue abierto, no puedo proporcionar esas garantías para los adultos y estudiantes que son médicamente vulnerables en nuestras comunidades escolares en este momento.

“Agradezco una acción más agresiva del gobernador Ducey y nuestros funcionarios de salud pública para ayudar a mitigar la propagación del virus. La realidad de COVID – 19 en Arizona significa que la reapertura de las escuelas será un esfuerzo comunitario en el que todos tenemos un papel que desempeñar. Quédese en casa, mantenga distanciamiento físico, lávese las manos y use cubrebocas cuando esté en público. Es solo con la acción estatal y la responsabilidad personal, que encontraremos un camino a seguir para que nuestros estudiantes y educadores regresen al aula “.