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Trump impide durante 30 días la entrada a EE.UU. de quienes vengan de Europa por el coronavirus

La ciudad de Surprise se ha unido a Tempe convirtiéndose en la segunda ciudad amigable con las personas que padecen de algún tipo de demencia en Arizona. La ciudad lanzó una serie de “Memory Cafés” lugares destinados para que personas que padezcan de demencia y sus familiares puedan tener un espacio seguro para reunirse.

El Gobierno de Estados Unidos prohibirá a partir de este viernes y durante 30 días la entrada al país desde Europa, en un intento de controlar la expansión del coronavirus. El presidente, Donald Trump, se ha dirigido a la nación este miércoles en horario de máxima audiencia para comunicar una serie de medidas de urgencia y ha responsabilizado directamente a las autoridades europeas de no haber actuado con rapidez, lo que según él ha facilitado la propagación del virus a otros puntos del mundo. Estas restricciones no afectarán a Reino Unido.

Las  restricciones afectan a cualquiera que no tenga pasaporte o permiso de residencia permanente de EE.UU. que haya estado en los 14 días anteriores a este viernes en cualquiera de los países del llamado espacio Schengen: Austria, Bélgica, República Checa, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Francia, Alemania, Grecia, Hungría, Islandia, Italia, Letonia, Liechtenstein, Lituania, Luxemburgo, Malta, Países Bajos, Noruega, Polonia, Portugal, Eslovaquia, Eslovenia, España, Suecia y Suiza. Quedan también exentos familiares directos de ciudadanos estadounidenses. 

«Al tomar acciones rápidas y tempranas hemos visto menos casos en EE.UU. de los que hay registrados en Europa. La Unión Europea no ha tomado las mismas medidas y no restringió las llegada desde China y otros focos, y como resultado ha habido nuevos focos dentro de EE.UU. detectados tras viajes a Europa. Tras consultar con los responsables médicos del Gobierno he decidido tomar una serie de medidas duras y necesarias para proteger a los americanos. Para impedir que entren nuevos infectados, suspenderemos las llegadas desde Europa durante 30 días», ha dicho el presidente.

La ciudad de Surprise se ha unido a Tempe convirtiéndose en la segunda ciudad amigable con las personas que padecen de algún tipo de demencia en Arizona. La ciudad lanzó una serie de “Memory Cafés” lugares destinados para que personas que padezcan de demencia y sus familiares puedan tener un espacio seguro para reunirse.

Seth Dyson, director de servicios para la comunidad de la ciudad, dijo que el objetivo es “proporcionar y financiar el apoyo grupal a las personas que padecen demencia”.

No ha habido en época de paz una restricción semejante de viajes por aire y mar entre ambos lados del Atlántico, una decisión de la Casa Blanca sin precedentes que obligará a alterar los planes de miles de personas y afectará gravemente a los viajes, el turismo y otros sectores económicos. El presidente ha optado por comunicar su decisión desde el Despacho Oval, con la solemnidad reservada para grandes crisis nacionales. Horas antes, la Organización Mundial de la Salud había certificado que la crisis del coronavirus es ya una pandemia mundial. 

Lo cierto es que Trump restringió las entradas desde China a EE.UU. el 31 de enero, ampliando ese veto después a Irán, Corea del Sur e Italia, principales focos de la infección. La frontera ha quedado cerrada entre EE.UU. y esos países, a los que se unen el viernes 26 países europeos. En este momento, según el Gobierno norteamericano, en EE.UU. se han infectado 938 personas, con 29 fallecidos. Trump dijo durante su discurso a la nación de este miércoles que las infecciones que han obligado a aislar zonas como la de New Rochelle, en el estado de Nueva York, tienen su origen en viajeros llegados desde Europa.

El presidente ha pedido cautela a los norteamericanos y que quienes muestren síntomas se mantengan aislados en sus hogares. Además ha solicitado al Capitolio una de cuyas dos cámaras controlan los demócratas, que coopere con él en aprobar una serie de medidas de urgencia como una reducción temporal de impuestos sobre la renta y ayudas y créditos baratos por valor de 50.000 millones de dólares (44.000 millones de euros) a pequeños y medianos negocios.

Como en EE.UU. la sanidad es privada, el presidente ha prometido que facilitará que todos los tratamientos relacionados con el coronavirus no estén sujetos a copagos, algo que el Gobierno deberá negociar con las aseguradoras.

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