El desarrollo psicosexual y psicosocial en cualquier persona va pasando por diferentes etapas, y normalmente cada persona asume su nuevo rol a medida que crece, y va sintiendo que en el proceso de desarrollo se van adquiriendo diferentes habilidades y responsabilidades, es muy común ver como los niños van dejando sus viejos juguetes y van adquiriendo otro tipo de objetos que son más útiles y atractivos en la adolescencia.
Sin embargo, hay una condición psicológica en la que algunos adultos pareciera que no quieren crecer, por lo que muestran rasgos más parecidos al de un niño o un adolescente, es decir no quiere afrontar la vida con las responsabilidades que corresponden a un adulto y su actitud se muestra con mucha inmadurez, esto se le conoce como el síndrome de Peter Pan (desarrollado en 1983 por el psicólogo Dan Kiley). Este síndrome se inicia cuando la persona siente que nadie lo quiere y llega a sentirse inseguro y desprotegido, por esta razón para este tipo de personas es mejor refugiarse en el comportamiento infantil o adolescente.
Los síntomas pueden ser: Personalidad inmadura y narcisista, rebeldía, dependencia, cólera o la incapacidad de empatizar con sus semejantes. No aceptan el proceso de envejecimiento y tratan de vestirse con ropa que no corresponde a su edad y le gusta interactuar más con personas jóvenes. Sus relaciones de pareja generalmente son superficiales porque siempre quiere huir de cualquier tipo de responsabilidad. Para que una persona pueda llegar a tratarse psicológicamente, primero tiene que aceptar el proceso por el que está pasando, por lo que si hay alternativas para este particular trastorno de la personalidad.
Raúl Bueno
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