NOS ENVUELVE LA DEMOCRACIA

Por: Gilberto Erick Watts Guadiana
Comentarios: licgwatts@hotmail.com

Democracia es un sistema político cuyo nombre se inventó hace más de veinticinco siglos en Grecia antigua y en esencia significa la participación libre y equitativa de todas las personas que forman parte de una comunidad, para autogobernarse de manera justa.

La Democracia propone participar con igualdad en la formación de un gobierno honesto, próspero que busque el bien para todos y sin que haya diferencias de raza, dinero o religión.

Sin embargo, la Democracia fue evolucionando conforme fueron pasando las épocas de la historia:

Primero solo los guerreros más fuertes eran quienes podían participar en el gobierno.

Enseguida empezó a abrirse el panorama y se admitió a los habitantes de la ciudad es decir a sus ciudadanos, pero de todas formas los inferiores en la escala social, extranjeros, esclavos y pobres, no tenían derecho a participar del gobierno de la Democracia.

Posteriormente hubo golpes de estado, revoluciones, guerras entre los mismos paisanos y los ejércitos ganadores fueron quienes democráticamente gobernaron a los victoriosos y también a los vencidos.

De los ejércitos ganadores, surgieron los partidos políticos, quienes ponían como candidato a su general más victorioso o al mejor de sus miembros.

Con lo anterior, llegó la época de los discursos por el bien de la nación; de las propuestas para mejorar el gobierno, pero al mismo tiempo, la vida en todos los estados se fue diversificando en muchos sectores; económico, educativo, militar, diplomático… y las personas individuales, se fueron concentrando a sus familias y en sus lugares de trabajo.

A partir de ahí, la Democracia quedó en manos de los partidos políticos, quienes, no obstante que entre sus miembros hay personas muy inteligentes, analistas de lo que ocurre, de todas maneras, necesitan el voto de las personas individuales para poder llegar al Gobierno.
Se observa que en la actualidad la imagen de “buen gobierno”, se proyecta a través de “campañas de publicidad”, de “slogans de campaña”, de posturas del candidato ante las cámaras de televisión, de discursos en los que se critica a un sector social y se alaba al otro, pero a la misma vez se dice que el sector criticado es indispensable para el desarrollo del país.

Se ha llegado al punto en que todo buen gobierno, está en manos del camarógrafo, del entrevistador y del diseñador de slogans de campaña.
Esperemos que, en la siguiente etapa de evolución de la Democracia, se le otorgue al ser humano mayor participación para formar parte de su gobierno y que la misma Democracia, en su ejercicio, no quede reducida a una entrevista de televisión.