NUESTRA ETERNA AMIGA LA CUESTA DE ENERO

[quote]Por: Gilberto Erick Watts
Comentarios:licgwatts@hotmail.com[/quote]

Ya llevamos varios años que entre todos los habitantes de Latinoamérica, nos estamos acostumbrando al término LA CUESTA DE ENERO para identificar los problemas, mortificaciones, carencias, falta de dinero que las familias enfrentamos después de las fiestas navideñas.

Cuesta significa: camino hacia arriba, muy empinado y sin fuerza para subirlo.

Antes de Navidad:
Las prendas bonitas, brillantes y en medio del glamour de los aparadores nos parece que “están precisamente hechas” para que nuestro ser querido las use, porque le van a quedar bien y hasta va a “presumir” con ellas y va a decir que yo se la regalé.

Cuando vemos el precio, siempre pensamos que ese gasto es solo una vez al año y que nuestro familiar ‘se lo merece’ y debemos “hacer el esfuerzo”.

Al pagar, lo hacemos en dos formas:
1.- Dinero en efectivo o tarjeta de débito, que es el sueldo, bono o aguinaldo que ahí nos depositaron.
2.- Tarjeta de crédito, es dinero del banco y por usarlo para comprar algo, nos van a cobrar un ‘interés descomunal’, que en algunos casos llega al 85% anual de lo prestado.

$1,000.00 de crédito, al 85% anual, significa que al fin de año voy a haber pagado $1,850.00, casi el doble de lo que me prestaron.

Pero, para auto-convencernos de que ese pago no importa, pensamos que $1,850.00 entre 12 meses, es un pago de $150.41 mensual y eso, ¡”claro que lo puedo pagar”! y caro o barato, bonito o no bonito, el regalo lo compramos y nos esperamos hasta enero.

Cuando llega enero, es cuando empezamos a sumar todos los gastos: regalos, paseos a los centros comerciales, cenas en los restaurantes, fiestas de diciembre, posadas, reuniones, cena de navidad y fiesta de año nuevo.

Casi siempre el día 1 del año, es cuando al hacer cuentas, nos entra la “depresión por el dinero” y es cuando las revistas de economía, los periódicos, los comentaristas de radio y tv, y todos a nuestro alrededor nos dicen: ¡“arrepiéntete de haber gastado”! y ese arrepentimiento, sumado a la obligación de hacer los pagos del mes y al no tener con que hacerlos, se le llama, NUESTRA AMIGA: LA CUESTA DE ENERO.

La vemos, la comprendemos, la sentimos y juramos que no volveremos a gastar sin freno, pero el próximo año, cuando veamos una prenda bonita, brillante y que está precisamente hecha para nuestro familiar o ser querido ¡la vamos a comprar!

Mis mejores deseos son que para Usted y toda su Familia, la Navidad y el fin de año, hayan sido muy felices.