ARIZONA: CUNA DE LA CIENCIA FICCIÓN “EL ORIGEN DE LA GUERRA DE LOS MUNDOS” Por: Gilberto Erick Watts licgwatts@hotmail.com

Los desiertos y las montañas de Arizona son de gran inmensidad, muy áridos pero muy bellos por tantos riscos de formas caprichosas. Por lo general todos ellos de base pequeña y una gran altura que terminan en vértice como si sus puntas más altas quisieran tocar el cielo.

Los macizos montañosos del Estado que se encuentran por grandes extensiones tienen cañadas, saltos de agua, zonas boscosas, pinos, cantidades de coníferas y el árbol Ash que es único y característico de Arizona.

Resulta que en 1896, el astrónomo Percival Ash Lowell, que vivía en Boston, anduvo buscando un lugar que no estuviera contaminado por las luces de las ciudades, que tuviera gran altura para que el frío de la montaña permitiera hacer observaciones telescópicas y lo encontró en el Monte Marte, ubicado en la zona más alta de las montañas de Flagstaff, aquí en el corazón de Arizona.

De sus primeras investigaciones en el cielo y con su nuevo telescopio al dirigirse a Marte, pues su observatorio lo construyó en el Monte Marte, descubrió que la superficie de ese planeta, estaba surcada por unas líneas muy finas, oscuras, irregulares, que parecían cauces fluviales naturales como ríos en la superficie.

Al hacer públicos sus descubrimientos y cuando presentó mapas con dibujos de los canales, la comunidad científica rígida, escéptica y objetiva, los tomó como la primera descripción científica de la superficie de Marte.

Pero la mente del hombre que imagina, que sueña, que anhela conocer lo desconocido, que sabe que todo tiene un trasfondo último, en el más allá de las simples dimensiones de alto, ancho y grosor en que vivimos, lo tomó como la prueba de que Marte es un planeta muy adelantado.
Dijeron que Marte está poblado por seres inteligentes que desde hace muchos siglos construyeron canales de riego, que intelectualmente son superiores al ser humano; que ya han construido platillos voladores, que van a venir a invadirnos, a conquistarnos y a exterminarnos para quedarse con nuestros bosques, nuestros peces y nuestros animales.

Estos pensamientos se fueron haciendo populares y luego, en 1938 el escritor y director cinematográfico Orson Wells, produjo el programa de radio más famoso de la historia: “La Guerra de los Mundos” y después de ese programa aparecieron películas y series de televisión, un nuevo género literario, musical y artístico, que se denomina “Ciencia Ficción” o “Ciencia de la Galáctica”.

El sueño de Percival Ash Lowell, el astrónomo que quiso conocer el espacio desde su observatorio en Flagstaff Arizona, originó, que desde el Monte Marte, se iniciara en Arizona, el género literario más impactante en nuestras vidas, que se denomina “Ciencia Ficción” o la “Ciencia de la Galáctica”.